De los manuscritos a los libros incunables: evolución de la imprenta

evolución de la imprenta

No siempre los libros impresos han sido en papel. Y no siempre la forma de producirlos ha sido la misma. En un principio, los libros se reproducían y creaban de forma manual, un proceso lento y tedioso que pronto buscaría nuevas soluciones. Los tipos móviles supusieron un respiro para la producción de obras, pero aún así, todo siguió avanzando. Hoy hablamos de la evolución de la imprenta y los primeros libros creados en esa época.

La imprenta y los libros, tal y como los conocemos actualmente, llevan siglos evolucionando. Escritos y copiados a mano uno a uno o, imprimiendo cada línea letra a letra, fueron algunos de los comienzos. Abordamos en esta entrada parte de la evolución de la imprenta y de las primeras obras hechas con el establecimiento de la imprenta moderna: los incunables.
No fue hasta el establecimiento de la imprenta cuando los documentos y libros dejaron de difundirse y producirse de forma manual. La mayoría de las ocasiones los monjes se encargan de copiar a mano todas las obras, una tarea compleja y lenta.

Para ponernos en antecedentes, entre los años 440 a. C y 430 a. C , los romanos usaban sellos que se presionaban sobre arcilla para ser impresos. Aunque, si se abordan los documentos en papel, los pioneros son los chinos. Por el siglo X, en plena Edad Media, existía un aparato en el que se insertaban individualmente letras de barro cocido en plancha de madera, donde tras entintarse con otra plancha, se presionaba sobre hojas de papel y por consiguiente, se conseguía imprimir.

Los años avanzaron y no fue hasta 1440 cuando la imprenta empieza a apostar por los tipos de madera móviles y fue de la mano de Johannes Gutenberg. Así, el creador de la imprenta moderna creó más de 150 tipos, para que coincidieran todas las letras. Como plancha de impresión, también apostó por mejoras que permitían avanzar de forma más rápida que con otros sistemas.

Libros incunables
Con este salto de gigante y con unas 1200 imprentas de Gutenberg distribuidas en 260 ciudades, comenzaron a producirse unas 35.000 obras distintas. Los libros, adquirieron el nombre de incunables (del latín incunabulae, en la cuna) que hace referencia a la época en la que los libros estaban en la ‘cuna’, insistiendo en que era la época de infancia de la imprenta moderna. Y son aquellos que se imprimieron

Entre los incunables, se encuentran obras muy importantes como la de Johannes Gutenberg, que creó La Biblia de las 42 líneas (su edición comenzó después de 1450 y las primeras copias estuvieron disponibles del 1454 al 1455).

Otro de los incunables, que probablemente sea el primer incunable impreso con tipos móviles, es El Misal de Costanza, también de Gutenberg y hecho en 1449 o 1450.
En España, el primer incunable data de 1474 en Valencia. Bajo el título ‘Obres e Trobes en lahors de la Verge Maria’ este libro contiene 45 poemas en honor a la Virgen (40 en valenciano, 4 en castellano y 1 en toscano).

Al inicio, este tipo de libros carecían de portadas y directamente comenzaban con el contenido de la obra. Algo que poco a poco se fue cambiando gracias a los progresivos avances hasta que poco a poco se incorporó la encuadernación.

Ismael Gálvez Clavijo
Ismael Gálvez Clavijo

Ismael Gálvez es responsable de marketing y comunicación de IC Grupo, del que forma parte Podiprint. En el sector editorial desde 2008, ha participado en proyectos nacionales e internacionales en diferentes dimensiones del sector, siempre con una orientación a resultados y proactividad en la detección de oportunidades de mercado, para marcas propias y clientes.

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