Con una trayectoria de más de 30 años, la Federación de Asociaciones Nacionales de Distribuidores de Ediciones es el órgano representativo del sector de la distribución de libros y publicaciones periódicas en España. Cuenta actualmente con con más de 150 empresas distribuidoras asociadas de toda España. Su director general nos cuenta muchas más cosas en esta entrevista.

Es director general de la Federación de Asociaciones Nacionales de Distribuidores de Ediciones desde hace 18 años. Su nombre es José Manuel Anta y forma parte de esta organización que agrupa todas las Asociaciones de Distribuidores Editoriales (libros y otras publicaciones tanto impresas como digitales). Hemos hablado con él de distribución, del sector editorial y de impresión bajo demanda.

Una entrevista con muy buenos titulares ¡Comenzamos!

P: Hablemos de FANDE ¿Cómo fue su primer contacto en este organismo? Sabemos que ya suma 18 años, pero cuéntenos más

R: Sí, por supuesto. Realmente FANDE es una Federación que ya suma más de 30 años de vida y como bien dices, yo me incorporo hace 18. Durante este tiempo ha ido evolucionando y cambiando a medida que también ha evolucionado el sector de la distribución editorial.

Quizá los cambios más significativos durante los últimos años ha sido que FANDE se estructura en tres áreas de distribución de libros impresos, distribución de diarios y revistas y una tercera que agrupa la relacionada con la distribución de contenidos digitales, que parte de usos de ficheros digitales.

P: ¿Cuáles han sido los hitos más destacables de toda la historia de FANDE? Después de 30 años ¿Ha sido testigo de grandes adaptaciones?

R: Bueno, teniendo en cuenta que la economía en general se ha globalizado y sobre todo, que no hay límites en el mundo digital, cada vez se ha ido avanzando más y teniendo más relación con empresas u organismos similares al nuestro en otros países, tanto de Europa como Latinoamérica, ya que son mercados fundamentales.
Tenemos proyectos muy importantes con países de Europa y Latinoamérica.

P: Y estos proyectos ¿se hacen desde España?

R: Si, se trata de encuentros que hemos organizado en España con otras empresas europeas o por ejemplo, misiones comerciales en las que empresas españolas han estado en otros países. También, damos cobertura a países como México o Argentina para que tengan apoyo en sistemas de intercambio de información comercial por vía electrónica.
Siempre hemos estado, en los últimos años, muy vinculados con proyectos exteriores.

P: Pero de momento no tienen presencia física en otros países ¿no?

R: No, de momento no. Lo que sí hay, que también supone un cambio muy significativo y reciente, llevará aproximadamente seis meses, es la transformación de una de las asociaciones integradas en FANDE en asociación internacional, en el sentido de acoger a distribuidoras de países donde no existen asociaciones de este sector, para integrarlos en un organismo que les de esa cobertura propia de las asociaciones.

P: Una gran iniciativa sin duda. Hablemos ahora del sector editorial. Como sabrá, desde 2014 la facturación global de libros ha bajado un 11,7%. La diferencia la marcan los libros digitales que han vivido un aumento de sus ventas. Sin embargo, los libros en papel siguen liderando el mercado. Nosotros queremos saber por qué se venden menos libros ¿son los índices bajos de lectura o la piratería?

R: Yo creo que básicamente estos datos tienen dos componentes claros. Uno está relacionado con la propia crisis económica en la que vivimos. Se trata de una cuestión de consumo, los hogares cuentan con menos recursos y se ven obligados a priorizar el presupuesto. Es un factor claro en la reducción de la cifra de consumos.
A esto hay que añadir las distintas alternativas de ocio y cultura que existen. Desde televisiones en diferentes formatos, videojuegos, redes sociales. Vivimos en lo que se llama economía de la atención, el día tiene unas horas limitadas y las alternativas de ocio para ocupar esas horas de entretenimiento están cada vez más desarrolladas y más amplias. Otras industrias compiten por tener nuestro tiempo libre y por supuesto, el libro no es ajeno a ello.

P: Con esto entendemos que no se le da prioridad a los libros dentro de todas las posibilidades de entretenimiento ¿verdad?

R: Claro. Tenemos muchas alternativas, canales de Youtube, otras redes sociales, y la lectura está obligada a competir con eso.

P: Entonces ¿cuál es la clave? Realmente no son la misma actividad. Nos decantamos por un tipo de ocio u otro pero ¿por qué pasa esto?

R: Yo diría que afecta el hecho de hacerlo atractivo. Pienso que ahora mismo, en cuanto a la lectura se lee más que nunca. Otra cosa es que se lea de forma distinta en otros dispositivos. Porque si consideramos lectura el hecho de leer un blog o una noticia por una vía distinta a la tradicional, como revistas, libros en papel, pues se está leyendo muchísimo.
Es cierto que las formas de lectura son diferentes, más fragmentadas, pasando de titular a titular. Esto cambia también la atención y en general, el consumo. Cada vez es más frecuente la lectura a través de aplicaciones móviles. Esto comenzó en Japón y cada vez está más extendido. Incluso hay empresas que operan en distintos países y en España, cuyos contenidos se leen a través de aplicaciones móviles.

P: Con esto ¿quizá exista un problema a la hora de plantear estadísticas? En España se dice que no leemos ¿Habría que matizar estos datos?

R: Sí, es muy complicado obtener datos sobre esa información. Las empresas de momento están bastante reacias a proporcionar esta información, son cifras de ventas, audiencias y de momento, no aportan esas cifras.
Hay algunas estadísticas globales, pero es complicado conseguir los datos completos. Precisamente, desde la asociación estamos tratando de avanzar en esta línea, con lo que tiene que ver con los contenidos y digitales. Tratamos de trabajar para encontrar estadísticas fiables y de referencia y saber exactamente cuánto se vende y cómo se vende.

«En cuanto a la lectura se lee más que nunca. Otra cosa es que se lea de forma distinta en otros dispositivos»

P: En otro sentido, y abordando el tema de la piratería, Mariana Eguaras, en una entrevista para IC Editorial, afirmó que “echarle la culpa a la piratería de la bajada de la venta de libros es no hacer autocrítica” ¿Qué piensa de esta afirmación?

R: Estoy en parte de acuerdo con esto, aunque seguramente haya más factores. Cuando hablamos de piratería, hablamos de contenidos digitales y no solo ocurre con los libros, lo vivimos con las series, películas o la música. Es, evidentemente, uno de los factores para que no arranque de forma completa esta industria, pero no es el único.
Hay otros, por ejemplo, que todavía, desgraciadamente, no toda la oferta editorial está completamente digitalizada, y es que muchos editores, aún no han apostado por ese canal.
Otro de los factores quizá sea la política de precios al respecto: qué precios establecer sin acabar por canibalizar tu libro impreso. Hay una serie de factores que suponen impedimentos para un desarrollo más rápido del sector editorial, que ahora no supera un 5% del total en el sector.

P: Otros de los datos que extraemos de la Panorámica de la Edición Española de Libros de 2014 es la bajada en alas tiradas. En concreto, desde 2010 ha disminuido en un 20% ¿Supone esto la apertura a una nueva época para el sector editorial? ¿Se produce únicamente lo que se vende?

R: Creo que todavía no hemos llegado a ese punto de que se produzca únicamente lo que se vende. Desgraciadamente las cifras de devolución siguen siendo muy altas, más en España que en otros países. Ahora bien, esto marca una tendencia: cada vez se incide más en no generar costes adicionales. Pero sí es cierto que tenemos más títulos con tiradas más bajas.
Con esto, tiene mucho sentido que cada vez las tecnologías de impresión bajo demanda para tiradas cortas, desde el punto de vista editorial o impresión de un solo ejemplar desde el punto de vista del canal; se incorporen como una herramienta habitual para todas las empresas del sector. Los tiros van por ahí, más títulos pero con tiradas más bajas.

P: Entonces, gracias a este nuevo panorama ¿mejorarán las cifras en los próximos años?

R:Nosotros creemos que es una oportunidad clara de mejora en el sector. Por eso, desde FANDE, tratamos de promocionar e impulsar proyectos de impresión bajo demanda en colaboración con distribuidores, editores y librerías y mediante dos vías. Una, en cuanto a ahorro de costes. Evidentemente, llevar a cabo procesos de impresión bajo demanda permite eliminar ejemplares físicos que están ocupando espacio de almacenamiento y contar con un fichero digital que permite imprimir lo necesario en cada momento.
Y por otra parte, por la vía de incremento de ingresos. Nos hemos llevado la sorpresa, comprobando los datos con librerías, que cerca de un 20% de los libros que un cliente solicitan en el mostrador, no lo tienen las librerías, porque o bien está descatalogado, agotado o no lo pueden conseguir.
La situación ideal sería que todos los libros estuvieran digitalizados y se pudieran imprimir desde un solo ejemplar.

«LLevar a cabo procesos de impresión bajo demanda permite eliminar ejemplares físicos que están ocupando espacio de almacenamiento y contar con un fichero digital que permite imprimir lo necesario en cada momento.»

P:De esto mismo hablaba un artículo publicado hace unos meses en La Voz de Galicia. En el artículo, se planteaba un modelo de librería en el que, con una pantalla digital, se seleccionaba el libro deseado, se mandaba la orden de impresión y en apenas unos minutos ya salías de allí con tu libro en la mano ¿Futuro cercano y real?

R: Bueno, creo que el futuro va en esa línea. En EEUU en un momento montaron máquinas de impresión en librerías, sin embargo ahora estas cuentas con empresas especializadas en esa tarea ya que se dedican al corazón de su negocio, que es la librería y no la impresión. Pero sí que es cierto que es una buena idea contar con una pantalla y una web que indique qué libros están disponibles, conseguir que se impriman y que lleguen de forma rápida. Es interesante pensar en un servicio rápido y un catálogo completo.

P: Pero entonces, este tipo de negocio se asemeja mucho a una compra online, con la diferencia de que el cliente acude de forma presencial a la librería, sin embargo el resultado es prácticamente el mismo ya que hay que esperar a recibirlo ¿No acabarán desapareciendo las librerías al imponerse la compra online?

R: Bueno , tienes toda la razón. Es una de las cosas que se está analizando en todo el mundo, no solo en España ¿Cuál será el futuro de la librería? Teniendo en cuenta que podemos acceder a cualquier libro al comprarlo desde casa y recibiéndolo allí mismo ¿Qué nos motivará a salir y pasear hasta la librería que elijamos? Bueno, las librerías tendrán que trabajar para ofrecer algo más que una compra.
Se trata de encontrar un valor añadido, tener disponibles un montón de libros pero además, ofrecer presentaciones, firmas, encuentros, en definitiva, actividades. También que las librerías se conviertan en editores para aquellos autores que no llegan a otras editoriales o para la promoción de autores locales. Es decir, hay que tratar de convertirse en un referente cultural de una comunidad.
Hay más alternativas exitosas a la compra de libros. Conseguir que el público quiera pasar tiempo en ese espacio físico nos preocupa a todos y no solo en España.

P: Y en cuanto a distribución ¿Cómo funciona en este tipo de proyectos que planteamos? ¿Cómo funciona para satisfacer esa rapidez?

R: Pensamos que los proyectos que desarrollan empresas vinculadas en colaboración con distribuidores de suministro rápido de libros son fundamentales. Pues empresas como Podiprint u otras integradas en FANDE, funcionan para poder atender de forma rápida cualquier pedido que llegue de la librería con un archivo digital, para que la librería pueda competir en igualdad de condiciones como otros operadores que trabajan en el sector del libro.
De alguna forma, con esto se pretende que ningún cliente se quede con la respuesta de que este libro no puedo conseguirlo o pasará mucho tiempo hasta que lo tenga.
Esto tiene mucho que ver con el desarrollo de proyectos como vuestra empresa, con los que FANDE colabora promocionando, ya que son herramientas que van a ayudar al desarrollo del sector y especialmente de librerías.

P: Hablando de esto y trasportándolo a nivel internacional, imaginamos que conoce el proyecto 1:1 internacional de Podiprint ¿Cómo lo ve?

R: Me parece perfecto, os conocí en un congreso de autoedición en Sevilla y la presentación que preparé fue muy similar a vuestras filosofía ¡Parece que nos pusimos de acuerdo! La filosofía de Podiprint va muy en la línea de la de FANDE ya que defendemos que este tipo de proyectos puede ser una herramienta de mejora para el sector, tanto editorial porque permite la recuperación de títulos agotados o descatalogados, como para la distribución ya que se ponen en contacto empresas de impresión bajo demanda que optan por el ahorro de costes y la creación de oportunidades de negocio. Por supuesto, para la librería supone nuevas oportunidades de negocio ya que puede atender a todos sus clientes.

«Las librerías tendrán que trabajar para ofrecer algo más que una compra»

P: En el caso de las exportaciones, España realiza a Latinoamérica un 18,87% de su total Este proyecto es una buena oportunidad para agilizarlo ¿no?

Exacto. Es muy importante esa colaboración con empresas locales en Latinoamérica. Supone aumentar la oferta y ahorrar costes tanto para hacer llegar el producto español como para que se reciba aquí el latinoamericano. En el caso de esos países, muchos se quejan de la dificultad para alcanzar el mercado español, así que por supuesto, supone una buena oportunidad para el sector.

P: Por último, José Manuel ¿cuál será el futuro del sector editorial en los próximos 10 años?

R: Aunque parece que se ha estabilizado la caída, en los últimos años hemos perdido entorno a un 35 o 40% de facturación. Creo que difícilmente vamos a poder recuperar esas cifras.
Continuaremos con un mercado más pequeño, más diversificado, en definitiva con más títulos y menos tiradas. Se seguirá utilizando la impresión bajo demanda con un crecimiento del sector de contenidos digitales pero en ningún caso hará desparecer el libro impreso.
Creo que el sector se estabilizará con un mercado mayoritariamente impreso y con cada vez más oportunidades y una industria más global. Contando con países de Latinoamérica, por supuesto, ya que se trata de un mercado fundamental, pero también con más colaboraciones europeas y de más países, para hacer llegar libros en español o en otros idiomas a cualquier punto del mundo.
El español es un activo fundamental para nosotros. Vivimos en una industria cuya lengua es la segunda o tercera más hablada a nivel mundial. Entonces es una oportunidad que debemos aprovechar y darle la importancia que tiene.
El mercado no está solo en España, está en el resto del mundo con libros en Español. De hecho, hay empresas muy importantes con presencia en Latinoamérica y más de un 60% de su facturación dependen de países latinoamericanos.

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